Títeres de la magia, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Títeres de la magia
(Marabilia 2)

de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Marabilia
1.- Sueños de piedra
2.- Títeres de la magia
3.- Sin título, 2018

Los nigromantes de la Torre de Idyll no son como dicen los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, sólo se estudia entre libros y hechizos.
Clarence, que siempre ha vivido ahí, adora esa calma.
Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella.
Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aun si el precio a cambio es uno mismo.

Me ha costado mucho ponerme a hacer esta reseña, y prueba de ello es que hayan pasado ya más de dos semanas desde que me terminé la novela. El caso es que siempre es complicado leer el libro de alguien con quien tienes buena relación, y esta vez me duele mucho tener que decir que Títeres de la magia no me ha gustado tanto como esperaba. Eso, por supuesto, no significa que la haya odiado ni mucho menos, ni que sea un mal libro. Pero sí que tiene sus fallos que creo importante destacar.

Creo que lo mejor será empezar por lo malo, así que vamos allá: no me he creído absolutamente nada de la relación entre Clarence y Hazan, de la que tanto se había hablado antes de la publicación del libro. Y es una pena, porque estaba deseando leerla. Aunque en alguna ocasión sí que me he llegado a creer los sentimientos de Clarence, los de Hazan me han parecido demasiado forzados, tanto cuando los descubre como cada vez que los expresa. Las cosas entre ellos suceden para mi gusto de una forma demasiado forzada, como si tuvieran que ocurrir porque tuvieran que ocurrir.

Otro de mis problemas con Títeres de la magia ha sido con el mundo donde se ambienta la historia, lo que en inglés llaman worldbuilding. Y para mí el problema ha sido que la construcción del mundo es prácticamente nula. Después de dos novelas, todavía no sé cómo es Marabilia, por mucho que haya un mapa al principio del libro. Es algo que dejé pasar un poco en Sueños de piedra, pero estamos hablando ya de una segunda novela ambientada en el mismo mundo. Y sí, entiendo que esta es una historia de personajes, pero dado que la relación entre los protagonistas no me ha convencido, los demás fallos resultan más evidentes, así que quizás es por eso por lo que he visto tan flojo el mundo.

Aunque son muchos los detalles que me han fallado relacionados con el mundo de las autoras, voy a mencionar el de la nigromancia porque es algo que me resulta muy confuso: sigo sin entender por qué llaman así a esta rama de la magia. Y no me vale el argumento de que es una variante propia de un concepto antiguo. Tú puedes coger a un Edward Cullen y a un Drácula y por muy purpurinado que sea el primero ambos son vampiros, pues comparten una base: los dos son seres inmortales con una serie de poderes que se alimentan de sangre para sobrevivir. El caso es que la nigromancia, por definición, no solo suele ser magia negra casi de cajón, sino que consiste en la adivinación a través de vísceras de muertos y la invocación de espíritus. Y aunque hay versiones que se alejan un poco de esto, siempre comparten un elemento en común: la muerte. Ese nigro de la palabra no viene de magia negra, sino de necros, es decir, muerte. Y aunque hay una ligera excepción con cierto personaje que sí puede ver sucesos futuros (de otra forma, eso sí), no entiendo en absoluto por qué se llama nigromantes a estos personajes, aparte del hecho de lo bien que suena.

Las "aventuras" que tienen lugar en la primera mitad de Títeres de la magia tampoco me han convencido. Hacia el final de Sueños de piedra ya se me hacían algo pesadas, pero aquí, sin llegar a aburrir, me han sobrado directamente, pues apenas aportan nada que no sea más páginas a la novela. El momento de los dragones, por ejemplo, prometía mucho, pero para mi gusto al final se quedó en nada.

Quiero comentar también algo que no es del libro en sí pero ha afectado un poco a mi opinión general (que no a los puntos concretos que señalo, ojo), y es la exagerada campaña de márketing y todo el hype generado. Cuando una novela está bien y la lees sin expectativas, la recibirás de una forma más neutra, pero si te han asegurado por activa y por pasiva que es la octava maravilla, a veces es complicado no sentirse decepcionado. El márketing es muy necesario, sí, pero creo que en esta ocasión el único favor que le ha hecho al libro es el de aumentar las ventas. Y ojo, que conste que esto no es una crítica hacia las autoras.

Aunque pueda parecerlo, no todo en Títeres de la magia es malo ni mucho menos, lo prometo, e insisto en que mi opinión general de la novela ha sido más tirando a positiva. Así que quiero destacar sobre todo el mensaje de la historia, que tan bonito y necesario me ha parecido. En este libro las autoras hablan sobre el fracaso, tanto de las causas como de sus consecuencias, y es un tema que tratan de una muy buena forma que pocas veces he visto en la literatura juvenil. Esta novela enseña que fracasar no es malo, que lo importante es seguir intentándolo, así que bravo por Iria y Selene.

Quiero dejar claro también que el hecho de que no me haya gustado la relación entre los protagonistas no significa que sean malos personajes. De hecho, me ha gustado mucho la evolución que se ha dado en ellos a lo largo de la novela, puesto que en general siguen un desarrollo muy creíble y natural en todo momento (sobre todo en lo relativo a ese mensaje que mencionaba. Las nuevas caras, como Ariadne y los tíos de Clarence, también me han gustado, pero como esto se está alargando ya demasiado solo diré que mi única queja con ellos es la resolución tan rápida de ese conflicto final entre Clarence y Archibald

Y hablando de personajes, otra cosa que me ha gustado ha sido la presencia de Lynne y Arthmael, que me han conquistado mucho más que los protagonistas. En otras reseñas he visto que a mucha gente no les convencía su presencia, pero curiosamente en mi caso no ha sido así: me ha gustado volver a verlos, saber cómo les va la vida años después de Sueños de piedra, y también me ha gustado que las autoras hayan logrado que no saturaran en ningún momento. Y es que aunque esta novela se puede leer sin haber leído la anterior, hay referencias que gustarán a los que sí lo hayan hecho y no molestarán a los neófitos de Marabilia.

Por supuesto, también tengo que destacar la mejora en la escritura de las autoras respecto al libro anterior y, sobre todo, a la primera versión de Alianzas (importante: NO compréis la versión del libro que vende Everest ilegalmente). Aunque algunos detalles me han chirriado, ahora tienen un estilo mucho más fluido y ameno, una forma de narrar mucho más dinámica, sencilla pero no por ello simple y sin detenerse demasiado en redundancias innecesarias. Para un autor no es fácil pulir su estilo, así que enhorabuena.

También me ha parecido un libro muy entretenido que no ha llegado a aburrirme en ningún momento, cosa que a veces es muy difícil. En Alianzas e incluso en Sueños de piedra había momentos que me resultaban un tanto pesados, pero esto aquí no ocurre. Sí que hubo un momento hacia el final en el que Hazan y Clarence se pasaban 40 o 50 páginas haciéndose arrumacos en lugar de ir a donde debían, cosa que me resultó un tanto extraña, pero tampoco es algo que me molestara especialmente.

En definitiva, Títeres de la magia no es una mala novela, en absoluto, pero hay detalles importantes que no me han convencido y me ha decepcionado que se prometiera novela que no me he encontrado. No obstante, también son muchas las cosas positivas del libro, así que si a alguien le interesa yo le animo a que no se deje llevar por mi opinión y descubra la suya por su cuenta.

Lo mejor: Los mensajes que lanza.

Lo peor: La relación entre los protagonistas.

Te gustará si... quieres leer una novela de aventuras entretenida con algún mensaje importante.