La lanza del desierto, de Peter V. Brett

La saga de los demonios. Libro II

La lanza del desierto

de Peter V. Brett
(The Desert Spear/I)

Me leí el primer libro de esta saga a principios de año, y la verdad es que acabé maravillado. La historia, los personajes... todo era genial y superó con creces lo que me esperaba. 

Por eso, mis expectativas a la hora de leer este segundo volumen eran muy altas, y tengo que decir que no las ha cumplido del todo. Eso no quiere decir que no me haya gustado, pues al primer libro le había dado la máxima puntuación.

La noche pertenece a los demonios. Los hombres se limitan a esconderse tras símbolos de poder antiguos y medio olvidados. Estas guardas mantienen a los abismales a raya, pero las leyendas hablan del Liberador: un general que una vez reunió a todos los hombres en una sola fuerza capaz de derrotar a los demonios.

Ahmann Jardir se ha autoproclamado Shar’Dama Ka, el Liberador, y ha convertido a las tribus de guerreros del desierto de Krasia en un ejército capaz de enfrentarse a los demonios. Pero los norteños reclaman a su propio Liberador. Su nombre es Arlen, pero todo el mundo lo conoce como el Hombre Marcado. 

La verdad es que este libro me ha gustado un poquito menos que el anterior, pero eso no significa que no me haya encantado. Como ya he dicho, el primer libro había puesto el listón tan alto que iba a ser difícil superarlo. Creo que en parte se debe a que en la publicación en español dividieron este libro en dos: la tercera parte, El palacio de los espejos, formaba parte de un único volumen en su publicación original en inglés. No voy a entrar en los motivos de dicha división, ya que todos sabemos lo que hay, pero al menos me da la impresión de que el ahora tercer libro me gustará más que este.

Los personajes eran lo que más me había gustado del primer libro, y son también lo que ha hecho que éste me guste un poquito menos. Me explico. La novela está dividida en dos partes, una más larga dedicada a Jardir (a quien habíamos conocido brevemente en el primer libro y es algo así como la contraparte de Arlen), y otra dedicada a los personajes que ya conocemos (Arlen, Rojer y Leesha). La mitad de la primera parte me encantó... pero después la cosa se fue desinflando. El personaje de Jardir me empezó a caer cada vez peor, de modo que alrededor de ochenta páginas hacia la mitad del libro se me hicieron muy cuesta arriba. Afortunadamente, en la segunda parte ya la cosa se vuelve más interesante. 

Evidentemente, en esta novela aparece un buen puñado de personajes nuevos, especialmente en la primera parte. Si tuviera que destacar uno elegiría a la misteriosa Inevera, que juega un papel en la trama muchísimo mayor de lo que cabría esperar en un principio. Además, como es lógico, la primera parte está repleta de relaciones entre los distintos personajes, complots, etc. Todo ello es lo que le da alas a la historia y hace que ese final de la primera parte sea algo más llevadero.

Con la historia en sí me pasó algo parecido a lo de Jardir, que durante unas 50-80 páginas perdí el interés (por culpa de lo odioso que se vuelve Jardir), aunque luego todo remontó. Por tanto, podría decirse que este libro empieza y acaba muy bien, pero el segundo tercio (o algo menos, en realidad) se hace un poco más pesado. En cualquier caso, el balance sigue siendo positivo, y las cosas buenas superan a las malas.

El autor sigue muy en su línea del libro anterior, con un estilo lo suficientemente bueno para la historia y sin cortarse a la hora de narrar escenas más crudas. También hay que reconocer que se arriesga bastante con la primera parte acerca de Jardir (cosa que no todos harían), con todos los complots políticos y demás, aunque las últimas ochenta páginas me hayan gustado algo menos. Sea como sea, mérito tiene, y bastante.

En definitiva, si bien este libro me ha gustado un poco menos que el primero, me ha encantado igualmente, y es una más que digna continuación de una saga bastante diferente a lo que se suele publicar últimamente.

Historia:
Personajes: 
Estilo: 
Ritmo: 
Opinión: 

Lo mejor: El mundo creado por el autor, con todos sus entresijos políticos y sociales.
Lo peor: Esas páginas más pesadas del segundo tercio.