¡Hola, VAdictos! Por fin es miércoles, y ya sabéis lo que eso significa, ¿verdad? Esta es la séptima y última semana VAdictiva, porque como ya sabéis... ¡quedan exactamente siete días para la publicación de Bendecida por la sombra! En esta ocasión hemos tenido el lujazo de entrevistar a Julio Hermoso, el traductor del segundo y el tercer libro. ¿Quieres saber lo que nos cuenta? ¡Sigue leyendo!
P: Hola, Julio. Antes que nada, me gustaría agradecerte que accedieras a responder nuestras preguntas.
R: Gracias a vosotros por vuestro interés, es un placer.
P: ¿Cómo fue traducir Sangre azul sin haber traducido antes el primero? ¿Leíste Vampire Academy en español y en inglés para prepararte?
R: En efecto, cuando Alfaguara me encargó Sangre azul, lo primero que hice fue una lectura comparada del primer volumen de la saga en inglés y en español, capítulo a capítulo, para familiarizarme con todos sus detalles y no cambiar en el segundo algunos términos que ya conoce el lector porque han salido en el primero. Ahora bien, ni la editorial ni yo buscábamos imitar el estilo de los primeros traductores. Lo que reflejan Sangre azul y Bendecida por la sombra es mi interpretación del estilo de Mead.
P: En la novela juvenil es frecuente que el lenguaje de los personajes no cuadre con su edad. Con VA eso no pasa, y hay jerga y tacos cuando es necesario. ¿Supuso eso algún problema? ¿La editorial puso algún inconveniente al respecto?
R: Es cierto que pasa, pero no sólo en literatura juvenil. Es algo cotidiano en el cine y la televisión. La materia prima la puso la autora, que creó unos diálogos muy naturales, con jerga y tacos, sí, pero dentro de unos límites más que aceptables. No sólo no supone un problema, sino que disfruto especialmente traduciendo la frescura de los diálogos de VA, y espero que se note en el resultado final. En este sentido, creo que la saga se encuentra casi a caballo entre la literatura juvenil y la de adultos, y Alfaguara no pone ningún inconveniente ni censura nada, saben muy bien lo que publican y se aseguran de que es apropiado para el público al que va dirigido cuando adquieren los derechos, antes de encargar la traducción.
P: Hay mucha gente que no entiende el porqué del cambio de Frostbite a Sangre azul. ¿Podrías explicarlo?
R: El título de la novela lo decide la editorial. Sin embargo, a no ser que lo tengan clarísimo, siempre te piden una sugerencia de traducción del original. En este caso, y después de darle muchas vueltas, alguien en la editorial sugirió Sangre azul. En mi opinión, es el título que reunía el mayor número de referencias comunes con el original. Dejarlo en inglés no era una opción porque a quien no sepa inglés Frostbite no le transmite absolutamente nada. «Frostbite» —no «frost bite»— significa «congelación». En la novela, la congelación no viene a cuento. Si me apuras mucho —muchísimo–, en sentido figurado podría referirse a la sensación de Rose en el desenlace, pero nada más y muy por los pelos, así que la lógica del título en español tenía que ir por otro lado para no desorientar al lector. En mi opinión, Frostbite es un juego de palabras visual (frost+bite) que evoca el frío y los mordiscos de los strigoi. «Sangre» y «azul» no sólo hacen unas referencias similares, sino que, además, alude directamente la realeza, temática central en el libro.
R: Gracias a vosotros por vuestro interés, es un placer.
P: ¿Cómo fue traducir Sangre azul sin haber traducido antes el primero? ¿Leíste Vampire Academy en español y en inglés para prepararte?
R: En efecto, cuando Alfaguara me encargó Sangre azul, lo primero que hice fue una lectura comparada del primer volumen de la saga en inglés y en español, capítulo a capítulo, para familiarizarme con todos sus detalles y no cambiar en el segundo algunos términos que ya conoce el lector porque han salido en el primero. Ahora bien, ni la editorial ni yo buscábamos imitar el estilo de los primeros traductores. Lo que reflejan Sangre azul y Bendecida por la sombra es mi interpretación del estilo de Mead.
P: En la novela juvenil es frecuente que el lenguaje de los personajes no cuadre con su edad. Con VA eso no pasa, y hay jerga y tacos cuando es necesario. ¿Supuso eso algún problema? ¿La editorial puso algún inconveniente al respecto?
R: Es cierto que pasa, pero no sólo en literatura juvenil. Es algo cotidiano en el cine y la televisión. La materia prima la puso la autora, que creó unos diálogos muy naturales, con jerga y tacos, sí, pero dentro de unos límites más que aceptables. No sólo no supone un problema, sino que disfruto especialmente traduciendo la frescura de los diálogos de VA, y espero que se note en el resultado final. En este sentido, creo que la saga se encuentra casi a caballo entre la literatura juvenil y la de adultos, y Alfaguara no pone ningún inconveniente ni censura nada, saben muy bien lo que publican y se aseguran de que es apropiado para el público al que va dirigido cuando adquieren los derechos, antes de encargar la traducción.
P: Hay mucha gente que no entiende el porqué del cambio de Frostbite a Sangre azul. ¿Podrías explicarlo?
R: El título de la novela lo decide la editorial. Sin embargo, a no ser que lo tengan clarísimo, siempre te piden una sugerencia de traducción del original. En este caso, y después de darle muchas vueltas, alguien en la editorial sugirió Sangre azul. En mi opinión, es el título que reunía el mayor número de referencias comunes con el original. Dejarlo en inglés no era una opción porque a quien no sepa inglés Frostbite no le transmite absolutamente nada. «Frostbite» —no «frost bite»— significa «congelación». En la novela, la congelación no viene a cuento. Si me apuras mucho —muchísimo–, en sentido figurado podría referirse a la sensación de Rose en el desenlace, pero nada más y muy por los pelos, así que la lógica del título en español tenía que ir por otro lado para no desorientar al lector. En mi opinión, Frostbite es un juego de palabras visual (frost+bite) que evoca el frío y los mordiscos de los strigoi. «Sangre» y «azul» no sólo hacen unas referencias similares, sino que, además, alude directamente la realeza, temática central en el libro.
P: ¿Cuánto tardaste en traducir Bendecida por la sombra?
R: Unas cinco semanas, aproximadamente, pero porque es más largo, no porque tuviese ninguna dificultad especial.
P: Muchos opinan que el tercer libro es el mejor de la saga. ¿Tú que opinas?
R: No sé si lo que viene es mejor todavía porque no lo he leído, pero sí sé que, antes de escribir el primer capítulo de VA, Mead tenía esquematizada y programada toda la saga, así que no es casual. Sí que es el que más me ha gustado hasta ahora. En el tercer libro la trama adquiere profundidad y te das cuenta de que te lleva por donde no te esperabas al terminar de leer Sangre azul. Rose madura y evoluciona, y el lector con ella: eso Mead lo hace muy bien, guarda muy bien sus cartas y no permite al lector adelantarse al desarrollo de la trama: vas a la par que Rose.
P: ¿Hay algo que nos puedas adelantar del tercer libro?
R: ¿Sin destripar nada? Que es sin duda un punto de inflexión en la saga; se van a solucionar algunas incógnitas, pero van a surgir otras (y gordas).
P: ¿Qué género prefieres traducir? ¿Y a la hora de leer?
R: En mi caso, para disfrutar un libro tiene más peso el hecho de que sea bueno que el género en sí. Como he dicho antes, lo paso en grande traduciendo los diálogos de una novela, pero siempre me ha gustado el ensayo… Lo bueno de este oficio es que cada libro es un universo diferente y así es difícil aburrirse. A la hora de leer suelo tender hacia la novela, y, aunque también varío mucho, baste decir que crecí leyendo a Salgari, Sir Walter Scott y Tolkien.
P: En el original el apellido de Christian es Ozera, no Ozzera como aparece en el libro. ¿Sabes a qué se debe este cambio? ¿Fue una decisión de los primeros traductores?
R: Cierto, es «Ozera» en el original, y sí, fue una decisión tomada en la traducción del primer volumen. Éste es uno de esos detalles a los que me refería al comienzo de la charla y que tienes que respetar: no le puedes cambiar el apellido a un personaje en la segunda entrega, o si se habla de los «dhampir», no puedes empezar a llamarlos «dhampiros», o «dampiros».
P: ¿Qué es lo más difícil para ti a la hora de traducir? ¿Y de VA en concreto?
R: El objetivo de un traductor no es —sólo— cambiar palabras de un idioma a otro; es provocar en el lector español la misma sensación que percibe un lector del idioma original. A veces hay que adaptar, otras hay que compensar, y lo más difícil, en sentido amplio, es dar con la mezcla homogénea y equilibrada que refleje las peculiaridades del estilo del autor. El ejemplo extremo de esto es la poesía. La dificultad que entraña es tal que hay que se un verdadero poeta de mucho talento para hacerlo bien. El equilibrio entre la estética y el significado puede ser, sencillamente, imposible. En cuanto a VA, la verdad, nada me ha parecido difícil hasta ahora, sino amena. Es bastante natural y directa.
P: ¿Consideras que el trabajo del traductor está infravalorado?
R: Buena pregunta para los tiempos que corren, con la piratería, etcétera. Pues por un lado no, y por otro sí. Veamos, para empezar, yo creo que el traductor tiene que ser como un árbitro: cuanto más desapercibido pase, mejor será su trabajo. Me explico; cuando tú vayas a comprar Bendecida por la sombra, lo que vas a buscar es la última novela de Richelle Mead, no la última traducción de Julio Hermoso. En ese sentido, el traductor es el mal necesario para conectar al lector de español con un autor no español y, por eso, cuanto más «invisible» sea el traductor, cuanto menos se note su intervención, mejor, menos interfiere. De ahí que uno no se haga «famoso» como traductor, y así creo yo que debe ser. Por tanto, por ese lado, yo no siento en absoluto infravalorado mi trabajo. ¿Cuándo lo siento infravalorado? Para no entrar en debates que no vienen aquí al caso, voy a poneros un ejemplo. Un día, un conocido me comenta con un buen cabreo que el libro que se ha bajado es malísimo. Al final de un capítulo el vampiro mata a la protagonista con un beso en los labios (¡!), y en el siguiente, la tía sigue viva sin ninguna explicación. Resulta que se había bajado una traducción «paralela» del libro, hecha probablemente con la mejor de las intenciones y con un esfuerzo muy respetable, pero claro, allí decía que la chica «había muerto por un beso en los labios del vampiro» (¡¿Cuándo?! ¡¿Cómo fue?! ¡Noooo! ¡Pero si es la prota y sólo llevo la mitad del libro!) mientras que en el original decía que la chica «se moría por besar al vampiro en los labios»… se parece, pero no es lo mismo. Al final, es el lector quien decide lo que lee.
P: Bueno, Julio, eso es todo. ¡Muchas gracias de nuevo por tu tiempo!
R: Muchas gracias a vosotros, y espero que tengamos muchas oportunidades para repetir.
P: Bueno, Julio, eso es todo. ¡Muchas gracias de nuevo por tu tiempo!
R: Muchas gracias a vosotros, y espero que tengamos muchas oportunidades para repetir.
Fantástica la entrevista Mike creo que hay un par de puntos interesantes por ahí. También muchas gracias a Julio que siempre se somete a nuestras preguntas de buena gana :)
ResponderEliminarMe encantó la entrevista! En general no es muy común que se entreviste a los traductores, y es muy interesante saber el proceso y lo que piensan. Gracias!
ResponderEliminarEs interesante saber un poco más sobre el proceso de traducción de VA =)
ResponderEliminarSaludos! ^^
Genial la entrevista, muy interesante :)
ResponderEliminar@Elwen: Julio es un sol, la verdad es que estoy contentísimo con la entrevista :)
ResponderEliminar@Lucía: ¡Me alegra que te haya gustado! Yo estudio traducción y me gustan mucho estas cosas, me alegra ver que a los demás también ^^
Guaaaaaaaaaay... me ha gustado bastante... es muy interesante, la verdad, no tenía ni idea de lo de "Frostbite" xDD
ResponderEliminar¡Saludos!
Una muy buran entrevista, el trabajo de los traductores es genial!
ResponderEliminarPues a ver si me acerco a esta saga, que claro hay tanto que leer... pero todo el mundo me la recomienda, y lo cierto, es que me apetece tener opinión propia.
ResponderEliminarMe ha gustado leer esta entrevista. Muy buena la anécdota de la traducción. Un buen traductor debería ser como ha dejado claro Julio Hermoso (pasar un poco desapercibido).
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