Atherton: Ríos de fuego, de Patrick Carman

Atherton. Libro Segundo: 

Ríos de fuego

de Patrick Carman

No quiero enrollarme demasiado en esta reseña porque sé que hay muchos que no habéis leído la trilogía. Por ello, trataré de no extenderme demasiado ni hacer spoilers sobre el primer libro, cuya reseña podéis leer aquí.

Muchas gracias a la editorial Bruño por su colaboración.

Historia:

Personajes: 

Estilo:

Ritmo: 

Opinión:

Atherton, hasta hace poco estructurado en tres niveles, se está hundiendo, y sus tres reinos se están convirtiendo en uno. Los seres humanos y las monstruosas criaturas que lo habitan, antes separados por enormes acantilados, comparten ahora un mismo territorio que resulta cada vez más peligroso. Pero, además, alguien ha entrado en el corazón de Atherton y ha abierto la puerta de los secretos más tenebrosos del doctor Harding, el científico loco que creó Atherton y que está más cerca de lo que Edgar imagina, oculto bajo una identidad insospechada.

Dije que no quería hacer spoilers sobre el libro, así que solo hablaré en general de cada aspecto del mismo, sin entrar demasiado en detalles. Tengo que reconocer que, si bien no esperaba que la historia me sorprendiera, lo cierto es que sí lo ha hecho. Me imaginaba que, después de lo que pasó en el primer libro sería difícil que me sorprendiera, pero no ha sido así: Carman es todo un experto a la hora de crear giros inesperados.

La verdad es que los personajes siguen bastante en la línea del primer libro, aunque se ve una mejoría respecto a este. Ahora parecen mucho mejor montados que en La casa del poder, y hay alguno que otro que ha logrado sorprenderme bastante (aunque no diré quiénes para no spoilear). Los protagonistas de la historia (Edgar, Isabel y Samuel) evolucionan desde la primera novela, y eso es algo que se agradece en este tipo de historias. En cuanto al doctor Harding... no voy a desvelar nada, pero os garantizo qu cuando descubráis la verdad sobre él fliparéis.

El ritmo es la razón principal de que no le haya dado un cuatro a la novela, porque es bastante desigual. El principio se me hizo lentísimo, sobre todo las cien primeras páginas. Por suerte, la novela compensa esto según avanza, pues el ritmo va en crescendo, y desde luego el final es totalmente trepidante: si las cien primeras páginas se hacen lentas, las ciento cincuenta últimas se leen en un suspiro.

En general, Ríos de fuego es una novela muy recomendable que mejora bastante respecto a su predecesora. Sigue estando claramente enfocada a un público joven, pero ello no la hace poco disfrutable. Estoy seguro de que la tercera y última parte, El planeta oscuro, no decepcionará en absoluto. Yo, desde luego, tengo muchas ganas de leerla.

Y vosotros, ¿a qué esperáis para entrar en Atherton?